Artigo de Marcelino Agis sobre a reforma universitária

Na edição de ontem de El Correo Gallego aparecia um artigo de Marcelino Agís, professor desta faculdade, falando sobre a reforma universitária. Pensei que seria interessante colgá-lo aqui, pois é a opinião de um professor sobre Bolonha mais recente que achei. Por outro lado, deixa traspassar a nula importância que se lhe está a dar à incorporação ao espaço educativo europeu tanto na USC, como nos méios informativos. Embaixo tendes a ligação à página original.

Triste se queda Fonseca
23.04.2007
MARCELINO AGÍS VILLAVERDE CATEDRÁTICO DE FILOSOFÍA
La Universidad va bien. ¡Qué digo bien, muy bien! Ya no hay problemas ni en Galicia ni en España. No hay huelgas, ni manifestaciones, ni prisas para la implantación del espacio europeo de enseñanza superior. Ningún sector de la comunidad universitaria se queja de nada porque hemos alcanzado el paraíso y nadie aspira a una vida mejor.
Fíjense si irá bien la cosa que el pasado viernes 13 de abril se aprobó la modificación de la Ley Orgánica de Universidades y nadie se ha enterado. Nada que ver con la bulla que se montó cuando se aprobó la ley en diciembre del 2001. Yo, que soy quisquilloso, escribí algunas apreciaciones al respecto cuando el Consejo de Ministros del 1 de septiembre aprobó el texto para el posterior trámite parlamentario. Ya entonces tenía clara conciencia de ser la voz que clama en el desierto. Rectores, vicerrectores, profesores, todos están plenamente satisfechos. Pues, mira que bien. Y, sin embargo, me siento triste. No tanto porque haya triunfado en la universidad española el rodillo del pensamiento único cuanto porque ha sido para nosotros una semana trágica. En la Universidad Técnica de Virginia, han muerto de una forma horrible muchachos inocentes. En la Universidade compostelana hemos perdido al profesor Lete del Río en un trágico accidente. Y unas semanas antes falleció el inolvidable amigo Andrés Tarrío que, con tanta sensibilidad y cariño, trató siempre a la Universidade en su sección de EL CORREO GALLEGO.
A todos ellos quiero dedicar un recuerdo emocionado, que privadamente tuve también con mis alumnos, porque la universidad sigue siendo una gran familia y nos duelen estas cosas.

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